¡Quiero festejar! Siento que debo abrir una botella de vino y ponerme a bailar. Sin ser un gran día resulta que más de dos festejables noticias coinciden en un tiempo breve. Y unas son domésticas y otras son globales y algunas son benignas y otras podrían sonar más a malévolas semillas de egoísta alegría, sin embargo, para mí todas son pequeñas victorias que me hacen sonreir.
El agua que es vida y la muerte de tiranos entre fuego.
Una gata extraña estrena cama, escondite, alcoba.
Y una minoría multitudinaria festeja un triunfo que no sabemos si existe.
Suficiente para mí.
LA VICTORIA DE SAMOTRACIA

Avanza como avanzan los felices:
ingrávida, ligera, no tanto por las alas
cuanto porque es acéfala.
Una cabeza es siempre algo que tiene un peso:
la estructura del cráneo que es ósea y el propósito
siempre de mantenerla erguida, alerta.
Y lo que adentro guarda.
1 commentaire:
Me parecen contundentes tus palabras me producen gran impresión en el ánimo, es posible que ese día sea recordado como el principio de grandes cambios la semilla ha sido arrojada cuidemos que eche raíces.
EFVR
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