dimanche 21 décembre 2008

La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas

un derrumbe de algún modo previsto

ah pero mi tristeza sólo tuvo un sentido


todas mis intuiciones se asomaron

para verme sufrir

y por cierto me vieron


hasta aquí había hecho y rehecho

mis trayectos contigo

hasta aquí había apostado

a inventar la verdad

pero vos encontraste la manera

una manera tierna

y a la vez implacable

de desahuciar mi amor


con un solo pronostico lo quitaste

de los suburbios de tu vida posible

lo envolviste en nostalgias

lo cargaste por cuadras y cuadras

y despacito

sin que el aire nocturno lo advirtiera

ahí nomás lo dejaste

a solas con su suerte

que no es mucha


creo que tenés razón

la culpa es de uno cuando no enamora

y no de los pretextos

ni del tiempo


hace mucho

muchísimo

que yo no me enfrentaba

como anoche al espejo

y fue implacable como vos

mas no fue tierno


ahora estoy solo

francamente

solo


siempre cuesta un poquito

empezar a sentirse desgraciado


antes de regresar

a mis lóbregos cuarteles de invierno


con los ojos bien secos

por si acaso


miro como te vas adentrando en la niebla

y empiezo a recordarte.


jeudi 11 décembre 2008

Mi reciente fuente de deseo


Pues nada, que tengo un nuevo escritor favorito... al que no he podido leer porque su primera novela La solitudine dei numeri primi, Mondadori 2008 (Premio Strega 2008 entre otros) no ha sido publicada en este páramo, a pesar de que la FIL de Guadalajara tuvo como invitado de honor a Italia hace apenas unos días.
Si a pesar de la imagen se preguntan por qué tanta expectación les diré que el precioso ejemplar de hombre que ven nació en 1982, en Turín y estudió Física. Su especialidad es el comportamiento de las partículas subatómicas conocidas como mesones (formadas por pares de quarks y antiquarks) en particular el llamado quark B.
Es becario del programa de doctorado en la Universidad de Turín, escribe, viaja, da entrevistas, y no parece tener defecto alguno.
La ciencia dura por excelencia y la literatura se unen, se mezclan, se amalgaman, se combinan, se complementan, se reinventan y nos estampan en la cara que los opuestos no son tales y que los seres humanos podemos aspirar a contemplar la perfección -o casi, para mí ya cuenta como tal- desde nuestro hoyo de cerradura virtual que algunos llaman ventana al mundo.

Y si hay quien crea que algo así me lo inventé para seguir viviendo:
  1. Resulta que no, que si me hubiera propuesto inventar un personaje así no lo hubiera conseguido porque estúpidamente suelo contener mi ambición. (Y me zumba Edgar Morin con lo de apostar por lo improbable, pero es que yo de verdad no aprendo).
  2. Le recomiendo la aventura de seguir las huellas de este bello joven y conocerlo por uno mismo. Para arrancar siempre está wikipedia: Paolo Giordano o bien la Universidad de Turín.

jeudi 4 décembre 2008

Una (otra) historia sin fin -Segunda parte-



El trabajo de conocerse fue un trabajo arduo y lento. Había que filtrar conversaciones en las que había más de cuatro personas, ir identificando gestos y actitudes, observar con atención todos los detalles característicos del otro y recordarlos, además de lidiar con maestros, exámenes, materias por exponer, laboratorios, tareas, trabajos en equipo y los problemas propios de las familias con adolescentes, que nunca saben como tratarlos.

Afortunadamente ambos creían que sabían quienes eran y qué buscaban, así que hablaban abiertamente y no se perdían en pretensiones confusas.

Como si sólo estuvieran pasando el tiempo que les faltaba para ser mayores de edad, ese día luminoso en el que llegarían hasta una ventanilla con reja metálica a canjear su infancia desgastada por una preciosa caja con enorme moño rojo en la que estaría envuelto su sanforizado, único, flamante, e inmaculado futuro.

(continuará).