Personajes: DOCTOR, P., ADMINISTRATIVA.
Tras su escritorio el DOCTOR recibe a su paciente.
DOCTOR:–Pase señorita. ¿En qué puedo servirle?
P.:–No me diga señorita. Me llamo P.
DOCTOR:–Está bien P. ¿En qué puedo servirle?
P.:–Usted sabrá, usted es el Doctor.
DOCTOR:–De acuerdo pase a la báscula.
P.:–¡¿A la báscula?! ¿Por qué? El otro día vino mi prima y no la pesaron.
Sin embargo, P. se acerca y el médico la pesa.
DOCTOR:–Mmm, 54 kg
P.:–¿Qué? ¡Más de 50! No puede ser. Póngame 50. Por favor hago lo que sea.
El médico registra.
DOCTOR:–¿Se hizo los análisis que le mandé?
P.:–Sí.
DOCTOR:–¿Me los muestra?
P.:–¿Por qué? Usted no me dijo que tenía que traerlos. Me dijo que me los hiciera, pero no me avisó que tenía que traerlos.
DOCTOR:–Necesito verlos. Venga con ellos la siguiente cita. Para que pueda recetarla.
P. agarra sus cosas y va saliendo del consultorio diciendo entre dientes:
P.:–O sea que no me va a recetar. Usted me ignora. Nada más quiere pesarme. Prefería al anterior, al menos me recetaba. No hace bien su trabajo. Voy a pedir que lo corran.
El Dr. F. termina su consulta y al salir, con su cansancio del día encima, pensando en cómo llegar más rápido a su casa, es abordado por la ADMINISTRATIVA.
DOCTOR:–Buenas noches.
ADMINISTRATIVA:–Doctor ¡qué bueno que lo veo! Estaba viendo sus registros y me fijé que de 20 personas que atendió reportó a 15 como enfermas. Eso no puede ser, la Secretaría de Salud no nos lo permite.
DOCTOR:–P…pero ¡estaban enfermas!
ADMINISTRATIVA:–Pues sí, pero a ver cómo le hacemos porque no podemos tener ese número de enfermos. ¿No hay manera de que lo arregle? Mire, yo lo espero, se lleva el registro a su casa y me lo trae mañana con 30% de enfermos. ¿Sí?
DOCTOR:–¿Y cómo hago eso?
ADMINISTRATIVA:–Por ejemplo: sólo considere con fiebre a los que tienen más de 39ºC. Y con diarrea sólo a los que lleven más de tres días, porque menos, pues, nomás es como un recargo estomacal ¿no?
De todos modos la mayoría se van a curar, así que no los haga sentir mal y apóyelos. Que ellos sientan que usted está de su parte.
El DOCTOR sale de escena cabizbajo y cejijunto. La ADMINISTRATIVA ordena su propio escritorio y se apaga la luz.
FIN