…me topo hace unas horas con la estremecedora noticia de que Nicholas Hughes se ha suicidado el lunes pasado. ¿Es la genética? ¿Son los tiempos que corren? ¿Es que no dejo de pensar en el suicidio y por eso me topo con estas noticias?
Creo que, ya que lo único seguro al nacer es la muerte, uno debiera ser dueño de la suya propia más de lo que debiera ser dueño de su vida. Y sin embargo no quisiera ser víctima de mi respeto a ultranza y observar, desde la pasividad impuesta por la impotencia, cómo las personas valiosas deciden dar el brinco hacia lo desconocido.
Con el riesgo de ser acusada de sensiblera debo decir que Nick Hughes había sido hasta hoy un enigma para mí y que ahora, viendo sus fotos y conociendo su perfil académico, lamento su muerte como si hubiera sido un maestro mío y quisiera abrazar fuerte y largo a su hermana porque puedo imaginar cómo debe estar sufriendo que su hermano pequeño haya optado por dejar lo que parecía amar y alejarse; porque no hay Alaska que alcance cuando hasta el aire parece herirnos y nada nos alienta a seguir haciendo esfuerzos que –de cualquier modo– no nos llevarán sino a la muerte.
Creo que, ya que lo único seguro al nacer es la muerte, uno debiera ser dueño de la suya propia más de lo que debiera ser dueño de su vida. Y sin embargo no quisiera ser víctima de mi respeto a ultranza y observar, desde la pasividad impuesta por la impotencia, cómo las personas valiosas deciden dar el brinco hacia lo desconocido.
Con el riesgo de ser acusada de sensiblera debo decir que Nick Hughes había sido hasta hoy un enigma para mí y que ahora, viendo sus fotos y conociendo su perfil académico, lamento su muerte como si hubiera sido un maestro mío y quisiera abrazar fuerte y largo a su hermana porque puedo imaginar cómo debe estar sufriendo que su hermano pequeño haya optado por dejar lo que parecía amar y alejarse; porque no hay Alaska que alcance cuando hasta el aire parece herirnos y nada nos alienta a seguir haciendo esfuerzos que –de cualquier modo– no nos llevarán sino a la muerte.

Para conocer más sobre Nick dejo la fuente de la foto, y para ir a la noticia aquí.
A continuación transcribo un fragmento de un poema de Ted Hughes en la traducción de Luis Antonio de Villena.
Life after death
¿Qué puedo decirte que no sepas
sobre la vida después de la muerte?
Los ojos de tu hijo, que nos desasosegaron
con tu pliegue epicántico
asiático y eslavo, llegarían a ser
perfectamente tus ojos;
se volvieron húmedas joyas,
la más pura sustancia del más puro dolor
mientras le daba de comer en su alta silla blanca.
Grandes manos de congoja se retorcían y volvían a retorcerse
en el trapo mojado de su cara. Las manos retorcían sus lágrimas.
Pero te delató su boca– aceptó
la cuchara de mi mano incorpórea
que se extendía desde la vida que te sobrevivió.
